Hugo Martoccia – Mesa Chica
En los últimos días, una serie de señales, que algunos juzgan de inequívocas, comienzan a mostrar cómo las decisiones de 2021 se están convirtiendo en el paño electoral sobre el que se jugará la sucesión gubernamental de 2022. El problema es que en el mismo oficialismo ven que esas señales tienen una sola dirección, y no es hacia ninguno de los partidos de la alianza joaquinista.
Sobrevuela la idea de que la irrupción temprana de Marybel Villegas en el escenario electoral para ser candidata en Cancún, para luego ir por la gubernatura, no hizo más que cohesionar a sus adversarios, y acelerar el proceso de la sucesión.
La idea de fondo parece ser anular desde ya a Marybel, y ordenar el escenario político hacia una entrega del poder tranquila y sin complicaciones. Hasta hoy, ese escenario incluiría que en septiembre de 2022 Carlos Joaquín le entregue el poder a Mara Lezama.
Quizá no hubo mejores días para analizar todo eso que los momentos más críticos de la administración de Mara, cuando el conflicto de la basura y las manifestaciones feministas infiltradas por grupos de choque políticos la pusieron al borde del abismo: en ese escenario complejo todos se dieron cuenta de que la potencial caída de Mara incluía el ascenso de un grupo de poder que cambiaría por completo el mapa político del estado.
Desde ese momento, todo buscó un cauce “natural”, que incluye varias pistas. Aquí van algunas.
NOMBRES Y REPARTOS
Hay muchas dudas en los partidos aliados al joaquinismo sobre la batalla electoral que se va a dar el 6 de junio. Una de esas dudas alude a las candidaturas en los distritos electorales federales que pondrán el PAN, el PRI y el PRD para enfrentar al lopezobradorismo, que, se sabe, tiene como prioridad absoluta ganar los 4 distritos.
Uno de los armadores electorales del oficialismo estatal dice, sin ambages: “Tenemos candidatos perdedores en los 4 distritos electorales; si eso no es un acuerdo con la 4T, no se que puede ser”.
Según esa versión, todas los análisis previos de encuestas que se hicieron, que daban alguna posibilidad de triunfo en distritos como el 1, con cabecera en Playa del Carmen, y el 2 en Chetumal, ya son obsoletos. Simplemente, el oficialismo estatal ha dejado de ser competitivo en la elección federal, y eso tiene un solo ganador: AMLO.
En la elección local de Ayuntamientos hay también señales ambiguas. Cancún está entregado a Mara; la salida de Cristina Torres en Solidaridad debilita duramente al panismo; si hay rompimientos internos pueden perder Felipe Carrillo Puerto; Tulum se hace cada día más difícil de sostener, y en Othon P. Blanco se desdibujó todo el proyecto para pelearle el poder a MORENA.
Pero esa misma versión incluye también un espacio donde el joaquinismo gana. En los últimos días, por ejemplo, hubo una operación política y mediática para sacar a Perla Tun de la posibilidad de ir a la pelea por la alcaldía de Cozumel (proponiendo su candidatura en el D1, lo cual no sucederá) reforzando la candidatura a la alcaldía de Juanita Alonso por MORENA, lo que aseguraría el triunfo de Pedro Joaquín.
También hay versiones que dicen que en Solidaridad y Tulum MORENA tiene todo para ganar, pero con candidatos más cercanos al gobernador que a la 4T. Un dato interesante en ese sentido es que el lopezobradorismo y el joaquinismo tienen a esos dos municipios entre sus prioridades. Como están las cosas, no sería imposible que MORENA gane esas elecciones, pero el gobernador no pierda el control de los municipios. O sea, las dos partes habrán cumplido su objetivo.
En otro ámbito, aparece en el horizonte la casi certeza de que la 4T va a aprobar el crédito de 820 millones de pesos que el mandatario estatal ha pedido para obra pública, y que le permitirá terminar con un fuerte envión su sexenio.
Los que tiene muchos años en esto de la política, no creen en las casualidades. Uno de los hombres que ha tenido mayor relevancia dentro del oficialismo en estos poco más de 4 años explica así ese escenario: “Creo que se está decidiendo todo para el próximo año, para entregar el poder a MORENA en 2022; lo que pase a partir de septiembre será el protocolo electoral, pero la elección va a estar decidida desde ahora”.
LAS CUATRO VERSIONES DE CRISTINA